lunes, 1 de febrero de 2010

Nos ha dejado Diego...

Nos ha dejado Diego, una persona en el más amplio sentido de esta palabra, el mejor amigo de cada uno de sus amigos. Es preciso remarcar el aspecto de su profundo saber en multitud de materias, propiciado por su gran afición a la lectura de (utilizando sus irónicas palabras) 'los libros de caballerías'. Siempre buscó esa otra versión de los hechos, aquella que todas las civilizaciones han perseguido y ocultado y que, en multitud de ocasiones, se ha revelado como auténtica. Aquellas interminables charlas, más bien monólogos, sobre la «otra historia» han dejado una huella imborrable en quienes hemos tenido la suerte de conocerle.

En otra de las materias en las que destacó su trabajo incansable fue la Medicina Natural. Hace ya bastantes años fue de los pioneros de esta actividad en Albacete y su constante formación por la lectura de los clásicos y su increíble ojo clínico le llevaron a multitud de éxitos en el tratamiento de las enfermedades. Aún así, en su acusada personalidad destacó siempre su eterno compromiso con los desfavorecidos. Su posicionamiento fue siempre firme a favor de la paz y la no violencia, y en los últimos tiempos desde Albacete por la Paz y la Plataforma contra la Militarización de Albacete impregnó a todos de su coherencia. Siempre estuvo allí donde se le necesitó, no importaba el día ni la hora, su trato afable y su perfume ácrata lo hacían asequible a cualquiera. Ha vivido intensamente y era un increíble narrador de historias. Fue un agitador social, de conciencias, un sembrador de ideas que luego desarrollaban otros. Nadie era igual después de conocerle. Ya no estará para darnos ideas de cómo sacudir conciencias y avergonzar a los acomodaticios y poderosos, pero con gracia, alegría y buen vino. No se ha llevado nada, toda su energía la ha dejado aquí, entre su familia y sus amigos. De todas formas no debemos entristecernos porque se ha ido, debemos alegrarnos porque lo hemos tenido. Hasta luego, Diego, amigo. Siempre estarás con nosotros, compañero del alma.

Juan Herreros.
Publicado en La Verdad el 29-01-10.