lunes, 25 de enero de 2010

¿Es compatible el desarrollismo aeroportuario con la sostenibilidad? Por J.J. Jávega

¿CUÁNTO NOS CUESTA A LOS CIUDADANOS DE ALBACETE EL AEROPUERTO CIVIL?
Si hacemos el siguiente desglose lo tendremos más claro:

En infraestructuras (Fuente de información Izquierda Unida)…………...… 9.907.705 €
En donaciones por la empresa pública de la JCCM IV Centenario………… 600.000 €
En donaciones Ayuntamiento de Albacete años 2006 a 2009………………. 2.280.000 €
Convenio del Ayuntamiento con Emisalba para publicitar el Aeropuerto ** 2.900.000 €
Donación de la Junta Castilla-La Mancha para publicitar el Aeropuerto ** 3.248.000 €

Total al día de hoy (pendiente de contrastar otras bonificaciones de la JCCM): 18.935.705 €
(**) El desembolso de estos gastos se realizará durante los años 2009, 2010 y 2011.
Además, el pasado verano el Ministerio de Fomento aprobó dar ayudas a través del ICO por valor de 600 millones de Euros. (Fuente de información: Izquierda Unida).

Actualmente sólo hay un vuelo regular en nuestro aeropuerto, el Albacete-Barcelona. Teniendo en cuenta la situación geográfica de nuestra ciudad con respecto a otras localidades cercanas en donde hay aeropuerto vemos que Albacete está a dos horas y media del Puente Aéreo Madrid-Barcelona (con coste de 108 € el viaje de ida y vuelta, en adelante I/V); y también observamos que nuestra ciudad está a poco más de una hora del de Murcia y a hora y media de los aeropuertos de Manises y Alicante (en el caso del aeropuerto valenciano el coste I/V es de 60 € a Barcelona contra los 218 € del viaje I/V Albacete-Barcelona; en el caso del aeropuerto alicantino cabe añadir que es el cuarto aeropuerto español con más conexiones internacionales, con lo que su oferta de vuelos y costes es muy amplia).

A todo ello hay que añadirle las buenas comunicaciones de trenes y autopistas que existen entre Albacete y la Ciudad Condal. De esta manera podemos comprobar que, realmente, nuestro aeropuerto es prescindible, que no lo necesitamos, tanto por el incremento de costes en los viajes con respecto a otros aeropuertos cercanos, como por la posibilidad de utilizar otros medios de comunicación menos contaminantes o por las pérdidas millonarias que tiene este aeropuerto, con el consiguiente despilfarro para el erario público, Si, además, echamos la vista atrás o revisamos las hemerotecas comprobaremos que el aeropuerto albaceteño fue construido antes de crearse las necesidades y que la más beneficiada por la operación ha sido la empresa encargada de hacer las infraestructuras, que es la misma entidad que ha construido la mayoría de los aeropuertos provinciales aparecidos en estas últimas décadas, de los cuales en España ya contamos con 47.

Desde el punto de vista estrictamente económico se puede asegurar, también, que tener aquí el aeropuerto es un mal negocio para nuestras arcas, sin una contrapartida de beneficio social a cambio. A los datos me remito. El tráfico total en el Aeropuerto de Albacete durante el año 2008, una información que cualquier ciudadano puede encontrar en la web de AENA, fue de 19.254 pasajeros y 2.113 vuelos, resultando una media de nueve personas transportadas en cada vuelo. Y, a falta de confirmarse dado que aún no he tenido acceso a los datos oficiales de movimientos durante el año pasado, parece ser que en 2009 la actividad del aeropuerto con respecto al ejercicio de 2008 fue inferior en un 37%. Visto lo visto, y con las cifras en la mano, sería menos gravoso para las arcas municipales pagarles el billete a estos nueve ciudadanos que hacen el trayecto de ida y vuelta entre Albacete y Barcelona que tener en el Aeropuerto en uso.

Desde luego me opongo, como ciudadano de Castilla-La Mancha y vecino de Albacete, a que se derive ni un euro de nuestros impuestos para mantener los servicios de Air Nostrum, de los cuales sólo se beneficia aproximadamente al 1 % de los ciudadanos de Albacete, y cuyo número de empleados fijos es de 2 más otros 20 con contratos basura.

En cuanto al punto de vista de la sostenibilidad medioambiental no se puede comprender que, por coherencia con el compromiso de la “Declaración de Albacete en respuesta al Cambio Climático” (realizada el año pasado en la Primera Convención Sobre Cambio Climático y Sostenibilidad), se siga promocionando y subvencionando el transporte aéreo, que es el medio más contaminante. Según los datos facilitados por el CENTRO DE INVESTIGACIÓN DEL TRANSPORTE DE LA UPM (Universidad Politécnica de Madrid), el avión produce 693 gramos de CO2 por viajero y kilómetro frente a los 136 gramos de CO2 viajero-km correspondientes al transporte por carretera o frente a los 26 gramos de C02 viajero-km producidos por el ferrocarril.

Y es que sólo el ferrocarril repercute a sus clientes el costo contaminante para cumplir con el Tratado de Kyoto; la carretera y el avión no. Por ello resulta más barato usar modos contaminantes. Pero si a estos datos de emisión de gases de efecto invernadero producidos tras la combustión del queroseno le añadimos los costes medioambientales de las infraestructuras y la contaminación acústica que producen los vuelos, las razones que se acumulan son suficientes para pedir el cierre del aeropuerto de Albacete, que nunca tendría que haberse inaugurado, y menos aun sobre un dominio militar.

Está próxima la inauguración de la Segunda Convención sobre el Cambio Climático, que tendrá lugar en nuestra ciudad del 10 al 13 de Febrero. Espero que ahí se reflexione sobre el creciente volumen del transporte, que lo hace por encima del P.I.B en un 50% cada 12 años y, desde luego, para romper esa tendencia la solución no es apoyar al oscuro y caótico aeropuerto de Ciudad Real; ni las bonificaciones a la industria armamentística de Eurocopter; ni las instalaciones de la Base de la OTAN (mal llamada “escuela de pilotos”) y las exageradas bonificaciones a fondo perdido, donadas por nuestras autoridades y nuestros bolsillos, al aeropuerto de Albacete.

La respuesta al interrogante con el que comienza este articulo, la debemos dar entre todos, partiendo del respeto a la Tierra, de que la prosperidad humana no está forzosamente vinculada al desarrollismo económico. Y desde nuestro compromiso de la lucha contra el cambio climático.